S06-15 14

El impacto de la inteligencia artificial sobre la reflexión crítica en la universidad

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Ana María Ruiz-Ruano GarcíaUniversidad de Granada
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Jorge López PugaUniversidad de Granada

Enfoque

Introducción: reflexionar críticamente es una de las competencias básicas que han de desarrollarse a lo largo de los estudios universitarios. Podríamos decir, incluso, que esa competencia es una de las más definitorias de cualquier estudio superior. Así, es esperable que los egresados universitarios sean capaces de valorar ponderadamente las consecuencias que derivan de una acción frente a la toma de decisiones. Esa valoración racional basada en la experiencia previa que aspira a mejorar la sociedad es crítica. El futuro de la sociedad descansa, en cierto modo, en la medida en que los egresados de la universidad, que serán las personas que dirigirán la sociedad en un futuro, se apoyen en el pensamiento crítico. Por otro lado, la comunidad universitaria actual se enfrenta a un clima informativo masificado y, en muchas ocasiones, polarizado. En este contexto es fácil que las personas nos veamos “empujadas” a tomar decisiones y a asumir posiciones argumentales que distan mucho de lo que cabría esperar si llevásemos a cabo un verdadero razonamiento crítico. Del mismo modo, las herramientas actuales derivadas de la inteligencia artificial generativa podrían auspiciar comportamientos alejados de la reflexión crítica si son usadas frívolamente. Por todo ello, se hace necesaria una reflexión profunda en la comunidad educativa sobre los riesgos que implica un uso descuidado de la inteligencia artificial sobre la competencia de reflexión crítica en la universidad. Objetivos: el objetivo de este trabajo es, por tanto, revisar aquellos aspectos de la formación universitaria en los que el pensamiento crítico podría verse afectado por las tecnologías derivadas de la inteligencia artificial generativa. Se valorarán aquellas situaciones en las que el pensamiento crítico puede verse comprometido cuando se usan herramientas basadas en la inteligencia artificial generativa. Metodología: en este trabajo se revisa la literatura existente sobre la temática en relación al uso de la inteligencia artificial en el contexto educativo y prestando atención a la competencia de reflexión crítica. Resultados: el pensamiento crítico está viéndose comprometido por el uso irreflexivo de las herramientas de inteligencia artificial. Conclusiones: la inteligencia artificial generativa es una tecnología que, como cualquier otra, puede ser usada correcta o incorrectamente. Desde un punto de vista educativo, esta tecnología brinda nuevas oportunidades educativas a educandos y supone una herramienta docente útil para educadores. Sin embargo, también existen algunos riesgos que se derivan de su uso imprudente. Uno de esos riesgos está relacionado con una merma del pensamiento crítico en los estudiantes universitarios. Si el pensamiento crítico estuviese comprometido al usar estas tecnologías, las futuras generaciones podrían ver peligrar su modelo de organización social. Es por ello por lo que sería conveniente tratar de prever el impacto de estas tecnologías para diseñar programas formativos que minimicen la ausencia de pensamiento crítico o que lo favorezcan.

Preguntas y comentarios al autor/es

Hay 14 comentarios en esta ponencia

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      Alessandro Gentile

      Comentó el 04/02/2024 a las 09:21:23

      Gracias por la comunicación. ¿Las brechas digitales existentes en el alumnado(por su adscripción socio-económica) puede afectar a su forma de trabajar y procesar la reflexión crítica en clase?

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        Ana María Ruiz-Ruano García

        Comentó el 05/02/2024 a las 10:43:48

        Apreciado Alessandro:

        En primer lugar, gracias por la cuestión.

        Es probable que existan diferencias a la hora del acceso a herramientas digitales en función de, como tú señalas, su adscripción socio-económica. Habría que preguntarse, e investigar, ¿cuales son los sectores de la sociedad que tienen mayor acceso a las tecnologías (véase, por ejemplo, al teléfono inteligente)? Así como, ¿qué sectores de la población hacen un uso más responsable de este tipo de tecnologías? Si no tenemos en cuenta estas cuestiones, todo lo que hagamos puede estar abocado al fracaso?

        Atentamente,
        Ana María.

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      Eva García-Carpintero Blas

      Comentó el 02/02/2024 a las 12:56:43

      Enhorabuena por su trabajo, me ha resultado muy interesante. Me gustaría saber ¿Cómo podríamos abordar estos riesgos en el diseño de programas formativos para preservar y fomentar la competencia de reflexión crítica en el ámbito universitario?
      De nuevo enhorabuena y muchas gracias,
      Saludos
      Eva García

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        Jorge López Puga

        Comentó el 02/02/2024 a las 13:10:32

        Apreciada Eva:

        En primer lugar, gracias por el comentario y por la pregunta.

        Ciertamente, la cuestión que planteas no tiene una respuesta sencilla. No es imposible estimular el pensamiento crítico usando, al mismo tiempo, la inteligencia artificial. Quizá lo que tendríamos que hacer es discutir al respecto y valorar los pros y los contras que este tipo de tecnología implica para el proceso de enseñanza-aprendizaje. De manera general, la estimulación del pensamiento crítico se consigue, como decía Antonio Machado, criticando ("... caminante no hay camino, se hace camino al andar..."). Pero, ojo, la crítica puede presentársenos de muchas formas. En nuestra opinión, la forma más valiosa en que se presenta la crítica es en forma constructiva. No dudamos de que "sin destrucción no es posible la construcción" pero hay que tener cuidado con postulados de semejante calaña ya que se corre el riesgo de abusar de la "destrucción creativa" (como decía el economista Joseph Alois Schumpeter cuando apelaba a la función económico/social de los emprendedores).

        Saludos cordiales,
        Jorge.

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      Igor Barrenetxea Marañón

      Comentó el 01/02/2024 a las 21:31:29

      Entonces, la pregunta que me surge es, viendo que la IA ha venido para quedarse, ¿es posible integrar el IA en el pensamiento crítico, como herramienta impulsora, y más bien es imposible porque tiene más inconvenientes que aportaciones? Muchas gracias

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        Jorge López Puga

        Comentó el 01/02/2024 a las 22:24:54

        Apreciado Igor:

        Sí, sí que es posible utilizar la IA para estimular y trabajar el pensamiento crítico. De hecho, en este artículo https://doi.org/10.1038/d41586-023-03507-3 se habla de iniciativas orientadas en este sentido.

        Saludos cordiales,
        Jorge.

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      Noé Chávez Hernández

      Comentó el 01/02/2024 a las 20:43:24

      Ana y Jorge
      Agradezco el que compartan sus perspectivas sobre el impacto de la inteligencia artificial en el desarrollo del pensamiento crítico de los estudiantes.
      Este tema ha sido relevante a medida que la tecnología se ha ido desarrollando e incursionando en las escuelas. Para ejemplificar estas situaciones, les comento dos casos:
      1. Mis padres solían comentar que la sustitución del ábaco y el método manual de cálculo por la calculadora generó controversia y escándalo entre aquellos acostumbrados a aprender y enseñar de forma manual. En este caso, la tecnología favoreció la precisión en los cálculos, pero no la interpretación de los resultados, la cual sigue siendo responsabilidad de la persona.
      2. Por otro lado, viví la introducción del internet en las actividades académicas. Al principio, consultar información en la web era mal visto, tachado como una práctica de estudio deficiente. Aquí surgieron dos grupos: aquellos que abusaron de su uso y aquellos que aprovecharon y potenciaron su utilización efectiva para agilizar actividades y gestionar información. Este último grupo permitió un uso correcto y adecuado de esta tecnología. Basta con ver que este congreso nos permite difundir, compartir y transferir conocimientos.
      De manera similar, la inteligencia artificial en el ámbito educativo corre el riesgo de ser mal utilizada y de permitir la facilidad de obtener todo sin esfuerzo, potencialmente convirtiéndose en dominante sobre el ser humano. Sin embargo, como docentes, es nuestra obligación saber utilizar la inteligencia artificial como asistente, permitiendo que nuestro pensamiento crítico, experiencia en el área de conocimiento y formación dominen y distingan la información generada por las herramientas de inteligencia artificial.
      De esta forma, podemos ser el ejemplo, promotores y difusores del uso responsable y ético de la inteligencia artificial, considerándola como un complemento en los procesos de enseñanza-aprendizaje para aprovechar la automatización de tareas repetitivas que no añaden valor, canalizando así una mayor atención en fortalecer las habilidades de pensamiento crítico, innovador y creativo para enfrentar escenarios simulados y reales en el aula, relacionados con situaciones empresariales reales, utilizando la inteligencia artificial en la creación de actividades que faciliten estos propósitos.
      Frente a esto, me gustaría preguntarles: ¿Qué acciones recomiendan ustedes para que los estudiantes desarrollen su pensamiento crítico aprovechando el uso de la inteligencia artificial?
      ¡Estaremos en contacto! Saludos.

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        Jorge López Puga

        Comentó el 01/02/2024 a las 21:05:43

        Apreciado Noé:

        En primer lugar, gracias por su mensaje y por sus reflexiones sobre nuestro trabajo.

        Lo cierto es que usted ha presentado una idea que no nos es ajena y con la que nos sentimos identificados: que la inteligencia artificial, como cualquier progreso tecnológico, no es, por definición, ni buena ni mala.

        Respecto a su pregunta, no me resulta fácil de responder en este momento. Lo que parece estar claro es que la inteligencia artificial, como muchas otras cosas, han aparecido para quedarse. Es decir, la inteligencia artificial va a estar aquí, entre nosotros, queramos o no. Ahora bien, quizá no estaría mal preguntarnos qué valor añade a nuestras vidas. Si trato de hacer el esfuerzo de ponerme en el pellejo de un estudiante y pienso en qué me va a ayudar la inteligencia artificial se me ocurre lo siguiente (aunque, claro, pueden imaginarse muchos ejemplos y muchas casuísticas): "la inteligencia artificial me ofrece una forma rápida de acceder a conocimiento y de resolver ciertas tareas que tengo que acometer". Si ese fuese un caso real, pienso que no es una estrategia saludable. Es decir, si un estudiante pensase así y considerase que el uso de la inteligencia artificial le permitiría ahorrar tiempo y esfuerzo para adquirir cierto conocimiento o para acometer cierta tarea no creo que fuese por buen camino. Como decía Alejandro Dumas (o eso he escuchado yo), "el bien es lento porque va cuesta arriba y el mal es rápido porque va cuesta abajo". Quizá plantear ciertas cuestiones relacionadas con la inteligencia artificial en estos términos podría ser de utilidad para que los estudiantes universitarios aborden su interacción con este tipo de tecnologías.

        Saludos cordiales,
        Jorge.

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          Noé Chávez Hernández

          Comentó el 01/02/2024 a las 23:19:50

          Coincido con una visión balanceada sobre el impacto de la IA y la necesidad de integrarla de forma responsable al ámbito educativo, promoviendo un uso crítico en los estudiantes.
          ¡Gracias por su respuesta!

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      Rafael Massanet Rodríguez

      Comentó el 01/02/2024 a las 12:53:43

      Estimado Jorge,
      Muchas gracias por su ponencia, aunque no estoy de acuerdo con muchas de las cosas que plantea. En primer lugar, es cierto que es necesario continuar con la implementación del pensamiento crítico en la universidad (y en muchos otros niveles educativos), pues es esencial para la formación del estudiantado. No obstante, en su ponencia no ofrece datos empíricos sobre la realidad de los estudiantes que describe. No se ha realizado ninguna encuesta sobre sus opiniones extremistas ni tampoco se ha planteado esa reflexión que dice que no existe. Sin esos datos empíricos, ¿cómo podemos asegurar lo que estamos diciendo? Hace mención a las bibliotecas y a su reducido uso por parte de los estudiantes, pero en una era digital como la que estamos, ¿qué necesidad hay en desplazarse a una ubicación concreta para consultar un libro cuando en internet tenemos a nuestra disposición diez artículos más actualizados sobre la materia? La misma Biblioteca Nacional cuenta con gran parte de sus fondos digitalizados. Internet no es únicamente la IA, igual que la IA no incluye todo internet. La reflexión critica, precisamente, debería ir orientada a ayudar a nuestros estudiantes a analizar y sopesar la información que extraen del medio y ayudarles en la tarea de posicionarse ideológicamente, independientemente del punto que ellos consideren.
      Así mismo, en su ponencia, al hablar sobre las ventajas e inconvenientes de la IA, indica que "unos dicen", "otros señalan"... pero no menciona nombres propios o señala a ningún experto en la materia que sustente sus afirmaciones. Supongo que esto se solucionará en la publicación posterior, pero no podemos exigir a los alumnos que desarrollen y presenten una reflexión critica en la Universidad si nosotros, como docentes, no presentamos un trabajo con fuentes corroborables. No obstante, como digo, seguro que esto tiene solución en la publicación posterior que estaré deseando consultar. Ya sea en la biblioteca o a través de la publicación digital.
      Muchas gracias por su trabajo.

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        Jorge López Puga

        Comentó el 01/02/2024 a las 13:32:17

        Apreciado Rafael:

        En primer lugar, gracias por su mensaje. Y, sobre todo, le agradezco que discrepe con lo que planteo, planteamos, en nuestro trabajo. Permítame responder a sus cuestiones una por una y por el orden en que aparecen en su mensaje.

        Como usted bien dice, no presentamos datos empíricos sobre las opiniones de los estudiantes universitarios para hacer patente esa "presunta polarización" de la sociedad a la que apelamos. Es cierto, no lo hacemos. Simplemente planteamos una reflexión que se deriva de nuestra propia observación sobre cómo se nos presenta la esfera de discusión pública. No hay nada más que echar una ojeada a la televisión pública española cuando se retransmite algún debate parlamentario. O, por contra, revisar las páginas webs de varios periódicos digitales (eso sí, teniendo en cuenta que cada uno de ellos ha de ubicarse en un ala diferente del espectro ideológico). Ahora bien, sobre lo que sí hemos recogido datos empíricos, y que aparecerá en el capítulo correspondiente (se lo podemos facilitar cuando lo tengamos listo se le parece de interés), es sobre la relevancia que se le da al pensamiento crítico en las universidades públicas españolas. Hemos hecho una pequeña indagación (con sus limitaciones, como es natural) al respecto y los resultados nos han sorprendido. ¿Cuantas universidades públicas españolas apelan al pensamiento crítico como un elemento clave de la formación universitaria? Mi colega Ana María respondió que todas ellas sin conocer los datos y se sorprendió al saber que únicamente dos tercios de las mismas señalan directamente al pensamiento crítico cuando estudiamos sus misiones, sus valores o sus planes estratégicos. No está mal, ¿no? Creo que, con la que está cayendo, que el 66,7% de las universidades públicas españolas apelen al pensamiento crítico puede parecernos un éxito. Ahora bien, creemos que sería ideal que el 100 por 100 de las universidades apelasen clara y concisamente a la reflexión crítica en aras de trabajar para desarrollar una sociedad más saludable.

        También comprendo su posición al respecto de las bibliotecas. Entiendo perfectamente que los libros huelen a carcoma, a humedad, a sociedades más retrógradas. Sus páginas pueden heder a regímenes arcaicos y autoritarios. No lo dudo, pero también parece que esas mismas bibliotecas, y su contenido, nos han traído a donde estamos ahora, ¿no? De lo contrario, ¿cómo podría explicarse el presente sin tener en cuenta el pasado? Y, lo que es más, ¿no estaríamos condenados a volver a vivir los mismos errores en el futuro si no tratamos "cariñosamente" lo que sucedió en el pasado? Y, ¿no nos llevarán estas nuevas herramientas de información que usted menciona a resultados aún más nefastos que los que nos han proporcionado los mohosos libros que se pudren en las estanterías de las bibliotecas? Es cierto, coincido con usted "¿qué necesidad hay en desplazarse a una ubicación concreta para consultar un libro cuando en internet tenemos a nuestra disposición diez artículos más actualizados sobre la materia?". ¿Qué necesidad hay de moverse? Pero si respondo negativamente a esa pregunta, temo hacerlo también a otras que son topológicamente parecidas. Por ejemplo, ante la pregunta ¿qué necesidad hay de moverse para ser feliz? ¿Puedo ser feliz sin moverme del sillón de casa? Puedo responder positivamente a esta pregunta: "sí, puedo ser feliz si vivo narcotizado (por fentanilo o por cualquier otro fármaco "virtual")". Pero, humildemente, me aterroriza ese tipo de positividad.

        Gracias por poner de manifiesto una cuestión sobre la que somos devotos y a la que otorgamos un profundo respeto: a la cuestión de la citación-referenciación de documentos o trabajos científicos. En verdad, nuestra presentación puede ser considerada pecaminosa en este sentido. Para que se haga una idea de lo que le comento, como revisores de artículos científicos hemos llegado a sugerir el rechazo de la publicación de artículos científicos al detectar errores sistemáticos en la mecánica de citación-referenciación en aquellos trabajos que nos han remitido para revisar. Para nosotros, esa cuestión es de crítica importancia en nuestro gremio de trabajo. En cualquiera de los casos, lo que hemos hecho en la presentación es una cosa y lo que facilitaremos en el capítulo es otra. Una cosa es exponer un trabajo y otra cosa es redactar un trabajo. Tenemos la extraña, despreciable y lamentable costumbre de tratar de no ser redundantes. Como bien dice, en ese lugar aparecerán las correspondientes citas y referencias a las ideas que planteamos. En cualquiera de los casos, si usted (o quien quiera que fuese) está interesado en leer de antemano nuestro trabajo, estaremos encantados de facilitárselo.

        Muchas gracias por su valoración crítica de nuestro trabajo y quedamos a su servicio.

        Atentamente,
        Jorge.

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      Ana Marina García Abad

      Comentó el 31/01/2024 a las 21:15:58

      Sin duda el pensamiento crítico es una competencia transversal de la educación universitaria y debe adecuarse a las herramientas que se utilicen el proceso enseñanza-aprendizaje. Como bien lo afirma el expositor, existen preocupaciones legítimas sobre el uso inadecuado de la inteligencia artificial (IA), por ello, es importante que en el proceso universal de integración de las herramientas de IA en la enseñanza universitaria que está ocurriendo de heterogéneamente en los países del mundo se tenga en cuenta que deben existir lineamientos puntuales, espacios de reflexión y evaluación constante sobre el proceso de adopción de esta tecnología y una capacitación constante a los profesores y alumnado.
      En lo personal, considero que pensar la IA como una amenaza al pensamiento crítico solo podría ocurrir en contextos donde no exista regulación ni proceso estructurado de implementación de la misma. Por otro lado, me parece importante apuntar que integrar la IA a los procesos educativos universitarios no implica abandonar otras formas de formación del pensamiento crítico, sino que seguirse reflexionando sobre el punto de equilibrio que conlleve al mayor beneficio.

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        Jorge López Puga

        Comentó el 01/02/2024 a las 22:47:03

        Apreciada Ana María:

        Gracias por el comentario sobre nuestro trabajo.

        Es cierto que la regulación al respecto es deseable y necesaria pero no es tan sencillo como pueda parecer a primera vista. Una cuestión importante a tener en cuenta es la idea, incluso reconocida por las leyes, de que los ordenadores no comenten errores por sí mismos (véase https://doi.org/10.1038/d41586-024-00168-8). Esto me recuerda un libro de ciencia ficción que leí cuando era (pre)-adolescente titulado "... en un lugar llamado Tierra" escrito por Jordi Sierra i Fabra. Se lo recomiendo, es una verdadera obra de arte. Tal me impactó aquel libro que durante mis estudios universitarios me leí el resto que forman parte de la trilogía "El Ciclo de las Tierras".

        Saludos cordiales,
        Jorge.


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